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RECULAR |
Ir una persona caminando hacia atrás
o hacer que un animal vaya hacia atrás.
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RECURO |
Dícese de la ropa que por mucho
que se lava no queda limpia. No blanquea. || Ropa ya amarillenta por
el paso del tiempo y de la gran cantidad de lavadas que tiene y que,
aunque esté lavada da la sensación de sucia y descuidada.
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REFAJO |
Prenda de abrigo, generalmente de lana,
que se colocaba debajo del vestido para protegerse del frió.
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REFUNFUÑIAR |
Refunfuñar. Protestar entre dientes.
Enfadarse con alguien o con algo y no parar de protestar.
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REGUILLAR |
Brillarle los ojos a los animales por
la noche cuando se les enfoca con una luz o cuando están en
un lugar oscuro y les brillan con la más mínima claridad.
Es aplicable tanto a los gatos como a los animales salvajes y preferiblemente
se les aplica a estos, dejando para los domesticados simplemente la
palabra brillar.
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RELECHO |
Tallos que salen del tronco de los árboles.
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REMANDINGO |
Remangarse
las faldas o pantalones para no mancharse cuando hay barro o tenemos
que cruzar por un sitio con agua.
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REMEGIR |
Dar vueltas a los alimentos que se están
cocinando en los potes o cazuelas a la lumbre con una cuchara grande
de madera.
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REMEJADERA |
Cucharón de madera grande que
se utiliza para remejer. Las mejores remejaderas eran las que se hacían
con la madera de las urces.
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REMONAYO |
Movimiento de las mandíbulas de
los herbívoros cuando están triturando la comida.
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RENCURA |
Apetecerte algo de repente. Se aplica,
sobretodo, a un ansia repentina de comer algo o “dar rencura”
de aquello que está comiendo otra persona y desearlo de repente
también. Darte, de repente, unas ganas enormes de comer una
naranja.
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RENDIDO |
Estar cansado, sentirse cansado después
de hacer un trabajo o realizar un esfuerzo. Estar cansado, sentirse
cansado después de hacer un trabajo o realizar un esfuerzo.
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RENDIR |
Hacérsele muy largo, en el tiempo,
a una persona una cosa. || Cuando una persona esta esperando a alguien
con el que ha quedado a una hora y esta persona se retrasa y se le
hace el tiempo eterno.
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REPARTO DEL HÍGADO |
Tras matar el cerdo y antes de deshacerlo
se le sacan las vísceras y se aparta el hígado que se
trocea y se reparte, junto a un trozo de sangre cuajada y cocida,
entre los vecinos, amigos y familiares de la casa. Esta costumbre
de repartir el hígado entre los vecinos y familiares se encuadra
dentro de la tradición de repartir el mal entre la mayor gente
posible, pues desde épocas ancestrales se creía que
el mal de una persona o animal se concentraba en el hígado,
por lo que su reparto hacia que este se diluyera entre mucha gente
y no afectara al dueño del cerdo. Todo el mundo al que se le
llevaba el hígado lo aceptaba gustosamente. Del mismo modo,
nosotros aceptábamos el trozo de hígado correspondiente
a nuestros vecinos y familiares.
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REPELAR |
Cortar hierba con la mano.
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REPELLIZAR |
Ponerse la “carne de gallina”
como consecuencia de tener un frió repentino. Al pasar de un
sitio de calor a otro frío y sentir que nuestra piel se eriza
y sentimos un repentino escalofrío || Cuando sentimos una emoción
fuerte y repentina.
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REPELLIZARSE |
Tener escalofríos por un golpe
repentino de aire frió. Sentir en el cuerpo frió de
repente y ponerse la piel de gallina. Ponérsele a uno la piel
de gallina por un susto o por una fuerte y repentina impresión
o incluso por emocionarse gratamente. || Cuando vamos por el campo
un tanto alejados del pueblo y sentimos o tenemos la sensación
de que nos sigue alguien o algo escondido entre los matorrales y se
nos ponen los pelos de punta.
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REPIELGO |
Cicatriz de una herida. Hematoma.
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REPUNTIAS |
Patatas tempranas.
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